Julien Lecouturier, de 30 años, es uno de esos jóvenes que, habiendo nacido y crecido lejos de su tierra ancestral, en algún momento de su vida comienzan a buscar sus raíces armenias.
Julien creció en Francia y actualmente vive cerca de Versalles, París. “Aunque mis raíces armenias permanecían en un pasado lejano, siempre tuve un gran interés en Armenia, su cultura e historia”, dice.
Julien sabe muy poco sobre la familia de su abuela, originaria de la aldea de Mandjelekh en Sebastia, cuyos padres fueron sobrevivientes del genocidio armenio.
“Nunca he estado en la tierra de mis antepasados (en Anatolia). Es uno de mis sueños”, admite Julien. “Mi abuela ya no habla armenio, aunque fue el primer idioma que aprendió”.
El propio Julien decidió aprender armenio a la edad de quince años. Asistió a clases de armenio occidental en una organización comunitaria cerca de París y luego continuó sus estudios en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales (INALCO).
Julien llegó por primera vez a Armenia en 2015, donde pasó un año como miembro del Servicio Voluntario Europeo. “Fue una experiencia memorable y fructífera. Siempre recordaré la pacífica y tranquila ciudad de Ijevan, su atmósfera relajante y los dedicados estudiantes del departamento de francés de la Universidad de Ijevan”, dice.
Durante su estancia en Armenia, Julien se centró en el aprendizaje del armenio oriental.
Ya se había enterado del Colegio Virtual Armenio de la UGAB (CVA) por un armenio del Líbano, y después de reunirse con los representantes del CVA en una exposición Digitech en Ereván, el joven decidió inscribirse en un curso para principiantes en francés. Desde entonces, ha estado aprendiendo armenio oriental y ya ha alcanzado el nivel pre-avanzado.
Julien está decidido a continuar sus estudios en el CVA hasta dominar por completo el idioma.
“Recomiendo mucho tomar los cursos del CVA a cualquier persona que desee aprender o mejorar su armenio”, dice Julien. “Creo que su programa es particularmente útil para personas ocupadas que trabajan con un horario apretado y para aquellos que viven lejos de los centros educativos, escuelas y universidades tradicionales. Además, su modo "lento" es ideal para la gente trabajadora, que no puede dedicar demasiado tiempo al estudio todos los días”, añade.
A Julien le gustan los cursos interactivos en línea del CVA y, sobre todo, le gusta leer textos breves en armenio, llenos de datos interesantes, hermosas descripciones y buen humor.
Julien no tiene muchos amigos o conocidos que hablen armenio en su entorno y trata de practicar tanto como sea posible con su instructora en línea Ovsanna Tsorokhyan.
“Debo enfatizar el profesionalismo y la amabilidad de mi profesora, Sra. Ovsanna Tsorokhyan. La conozco desde hace seis años y siempre me ha apoyado para aprender armenio a pesar de todas las dificultades. Me gustaría agradecer a todo el equipo del CVA por su maravilloso y muy importante trabajo”, dice Julien.